
Claudia Sheinbaum tiende la mano a su rival, mientras que Movimiento Ciudadano
ya piensa en dar vuelta a la página para construir una candidatura presidencial
propia para 2024.
Morena sí, Movimiento Ciudadano no. Esa fue finalmente la decisión de Marcelo
Ebrard sobre su futuro político. El esperado anuncio ya provocó reacciones entre los
actores políticos involucrados. “Celebro la decisión de Ebrard de seguir participando
en el proceso histórico de la cuarta transformación”, señaló el líder morenista, Mario
Delgado, este lunes. “Morena es su causa y su casa”, agregó. Claudia Sheinbaum,
la aspirante presidencial del bloque oficialista, también reconoció a su principal rival
en la contienda por la candidatura. “En la construcción de la unidad siempre hay que
poner por encima de todo los principios, las causas y los anhelos del pueblo de
México”, comentó la exjefa de Gobierno. “En nuestro movimiento necesitamos de
todas y todos los que quieren seguir construyendo un México justo, libre y
democrático”, añadió.
La formación naranja, en cambio, evitó pronunciarse inmediatamente, pero publicó
una fotografía con sus principales liderazgos, esperando que una imagen dijera más
que mil palabras. ”Nos llena de orgullo construir una opción nueva y diferente, juntas
y juntos trabajamos por un mejor futuro para México”, se lee en el mensaje
compartido en las redes sociales de Movimiento Ciudadano, con la intención de dar
vuelta a la página lo más pronto posible y reagruparse para las elecciones de 2024.
“Agradezco profundamente a quienes, en su caso, en otras formaciones políticas
como Movimiento Ciudadano, se expresaron bien de mí, lo respeto, les deseo que
les vaya bien, pero yo milito en esta Cuarta Transformación y lo empecé a hacer un
día en el año 2000″, dijo Ebrard en la conferencia que convocó en el hotel Sevilla
Palace de Ciudad de México. MC terminó con meses de coqueteos para que el
excanciller se convirtiera en su candidato el próximo año y mandó otro tipo de
mensajes para dar a entender que esa posibilidad se ha agotado de forma definitiva.
Menos de una hora después, el partido de Dante Delgado arropó en un acto al
gobernador Samuel García, que se perfila como su aspirante más sólido para 2024.
“¡Presidente, presidente, presidente!”, coreó la militancia naranja, con Delgado y el
diputado Jorge Álvarez Maynez encabezando las arengas junto a García.
Mario Delgado, por su parte, entendió que la decisión de Ebrard ponía fin al
triángulo amoroso con MC, sofocaba definitivamente una rebelión que duró
semanas e hizo caso omiso a los dardos que el excanciller lanzó momentos antes al
criticar su gestión al frente del partido de Andrés Manuel López Obrador. “Siempre
confié en que así sería, porque es un hombre de convicciones y valores”, señaló el
dirigente, que hace más de una década fue uno de los hombres de mayor confianza
durante la Jefatura de Gobierno de Ebrard en la capital (2006-2012), aunque ahora
el distanciamiento es patente. “Su voz será muy importante también para el
fortalecimiento de la institucionalidad democrática en Morena”, agregó.
“Es un entendimiento con Claudia”, dijo Ebrard. “Nadie más participó ahí: ni el
presidente del partido ni el presidente de la República”, agregó sobre Mario Delgado
y López Obrador. El titular del Ejecutivo ya había dicho la semana pasada que el
excanciller, su aliado político desde hace 24 años, era “libre” de tomar una decisión
sobre su permanencia o salida del partido, aunque también lanzó un duro mensaje
sobre el costo político que entrañaba distanciarse de Morena. “Quien no tiene
ideales, quien no piensa en el pueblo es un politiquero, un arribista, un grillo, no
puede llamarse político”, declaró el mandatario. “Se lucha por ideales, se lucha por
principios, no se lucha por cargos”, afirmó López Obrador.
“Buena noticia que Ebrard continúe siendo parte de nuestro movimiento y se
reconozca el liderazgo de la Doctora Sheinbaum”, declaró Citlalli Hernández,
secretaria general de Morena. La dirigente destacó que se haya podido evitar la
confrontación entre ambos y trató de ser ecuánime sobre las quejas del excanciller
sobre cómo se definió la carrera del partido por la presidencia. “Negar que hay
cosas que como partido debemos mejorar, sería fallar a la verdad, tanto como negar
que el resultado de la encuesta dio como ganadora a quien conquistó el respaldo de
la mayoría del pueblo”, comentó.
“Reconoce Morena que hubo prácticas indebidas en el proceso y que serán
sancionadas, también se establece que habrá cambios para que no se repitan. Se
respeta a la segunda fuerza que encabezamos en la 4T”, señaló Ebrard en una
publicación posterior a su discurso. Su decisión elimina de manera definitiva la
posibilidad de que aparezca en la boleta presidencial el próximo año, aunque el
experimentado político dijo que seguirá buscando la nominación en lejano 2030. En
el plazo inmediato, el excanciller dijo que aún no ha discutido qué cargo ocupará de
cara al próximo sexenio.